La gastronomía de las Islas Canarias es una cocina muy en forma y que goza de muy buena salud y los hermanos Padrón son el mejor ejemplo de ello. Hasta el Kursaal ha venido Juan Carlos, ya que Jonathan no ha podido viajar a última hora, y paso a paso, premio a premio, plato a plato, ha explicado su filosofía.

Precursor nueva cocina canaria, ha analizado el ‘Pasado y presente de El Rincón de Juan Carlos’, un proyecto que echó a andar hace 21 años como un restaurante familiar en el que los hermanos Padrón y su madre encontraron una fórmula en la que poder ganarse la vida. Raquel Navarro y María José Plasencia, las mujeres de los hermanos Padrón, se incorporaron a los pocos años al negocio “para poder ver a sus parejas”, pero pronto tomaron la decisión de formarse en sala y sumillería, dando un impulso al restaurante.

Aquellos primeros años no fueron nada sencillos, pero en 2011, en un contexto de crisis generalizada, Juan Carlos fue subcampeón al presentarse al premio a cocinero del año. En 2014, comenzaron a llegar los reconocimientos, con el primer Sol Repsol; y la primera Estrella Michelin cayó en 2016. En plena vorágine, decidieron en 2017 crear el servicio de asesoramiento con la marca by Hermanos Padrón, que les dio una estabilidad económica y que coincidió con el segundo Sol, además de otros premios y reconocimientos.

En 2019 esta familia abrió su otro restaurante, en este caso en Gran Canaria, Poemas by Hermanos Padrón, y en 2021 tomaron otra decisión trascendental: se ‘mudaron’ al nuevo rincón en el Royal Hideaway Corales Resort en Adeje. “Tenía mucho miedo, no dormía, pero hoy pienso que nos teníamos que haber ido antes”, ha reconocido Padrón.

Los éxitos continuaron, con el primer Sol en Poema en 2021, pero “2022 fue nuestra lotería, no lo olvidaremos en la vida, con el tercer Sol en Rincón, la primera Estrella en Poema y la segunda en El Rincón”. Echando la vista atrás, reflexiona y admite que “nunca hubiese pensado llegar hasta aquí. Ha sido un sube y baja, como en todo restaurante familiar. En estos negocios, tenemos una particularidad: somos muy pasionales, le damos mucho mimo porque lo primero es sentirse bien con la familia, pero luego eso se refleja también en la cocina”.

Un repaso a su cocina

“De aquel aguacate con gambas de 2003 hemos pasado a esto, hacemos lo que nos gusta, disfrutar y hacer disfrutar en un restaurante familia. Y todo esto es gracias a mi equipo, que me da mucho más de lo que yo les doy”, ha comentado Juan Carlos Padrón antes de repasar su trayectoria en varios platos.

Ha sido el caso del turrón de morcilla dulce, “un clásico que no desaparece de la carta”; del ravioli de parmesano con caldo de lentejas, una pasta muy fina, “que explota en la boca”; o de los tomates encurtidos con pil-pil y bloody mary verde de variedades antiguas de tomate, que han podido degustar los congresistas.

También han presentado la sopa de cebolla con flan roto, porque “no hay nada más internacional que una sopa de cebolla”; también han realizado un homenaje a la cocina de casquería con el cuellito de cordero con hierba fresca, menta y algas; han elaborado la empanadilla de carabineros de La Santa (Lanzarote), “un plato fresco y divertido”; han traído hasta Donostia su sándwich de alga nori con pastelera de foie gras y huevas de trucha con polvo de algas; y ha finalizado con su bogavante con almendras tiernas encurtidas, ajo blanco y flores blancas.