38 «Sin personas que critican, no hay ni habrá revolución» Texto: Mirari Gómez. Fotos: A. Sistiaga El Premio Periodismo Gastronómico Pau Albornà i Torras 2023, el de la 25 edición de Gastronomika, hito inédito en la historia de los congresos gastronómicos nacionales o internacionales, nos lleva necesariamente a Rafa García Santos, el periodista que, junto a El Diario Vasco, tuvo en los momentos previos a la revolución culinaria contemporánea una visión que acabaría cambiando el mundo de la gastronomía para siempre. Pero nos lleva también a Pau ‘Pauet’ Albornà i Torras, el intrépido periodista, hijo de Roser Torras, directora del Congreso, que en un giro fatal en la Diagonal de Barcelona nos fue arrebatado demasiado temprano. Aquel infausto accidente truncó una prometedora carrera en el periodismo gastronómico nacional, pero no nos hizo olvidar (ni lo hará nunca) su corta pero intensa trayectoria en 7caníbales y en San Sebastian Gastronomika. Pau fue un periodista de fuste, inasequible a la trivialidad, comprometido con el sector culinario sin dobleces ni contemporizaciones. Fueron tantas las historias, las anécdotas, hasta las enseñanzas, que su impronta profesional y humana nos sigue marcando el camino a todos los que, desde la tribuna de la comunicación, nos vemos reflejados en él. Era muy joven, sí, pero su determinación insobornable y, digámoslo, su habilidad periodística, fueron toda una lección. No hubo afán mitológico ni nostalgias espurias, sino un justo homenaje a su figura y su huella, cuando, en 2013, la dirección de San Sebastian Gastronomika decidió, por unanimidad, crear el Premio Periodismo Gastronómico Pau Albornà i Torras. De aquella suerte, el Congreso honraba la memoria de un profesional que tanto había aportado al evento y lanzaba un nuevo galardón para destacar el importante trabajo de los periodistas en el contexto de la gastronomía mundial, su conocimiento y su propagación social. Aquella decisión se ha convertido en uno de los grandes referentes del Congreso, en un relato gastronómico paralelo que da fe de todos aquellos que, desde los media, han contribuido no solo a generar un fenómeno, un permanente status quo culinario en el planeta, sino a acercar, enseñar y hacer vivir la gastronomía y sus bifurcados recodos en todos los ámbitos sociales, desde el gran restaurante o el chef más disruptivo hasta la más sencilla receta doméstica. A forjar, en definitiva, comprensión e inteligencia. Y es así que Pau, su recuerdo, sigue vivo en los García Santos, Andrieu, Medina, Jolonch, Bourdain, Lander, Agulló, Ezquiaga, Arenós, Caballero y todos los que fueron antes y los que serán después. Xavier Agulló Periodista, fue Premio Pau Albornà i Torras en 2016 ‘Pauet’ nos sigue marcando el camino Pau fue un periodista de fuste, inasequible a la trivialidad, comprometido con el sector culinario sin dobleces ni contemporizaciones” Premio Periodismo Gastronómico Pau Albornà i Torras Crítico gastronómico y cofundador de San Sebastian Gastronomika Rafael García Santos Ha sido definido como el crítico gastronómico más influyente de las últimas décadas, como el revolucionario de la gastronomía mundial... pero Rafael García Santos, una persona «muy autosuficiente e independiente» que «nunca he requerido beneplácitos ni alabanzas», muestra su lado más humano explicando cómo se siente ante este Premio Periodismo Gastronómico Pau Albornà i Torras que recibirá en la 25ª edición de San Sebastian Gastronomika: «Todos los premios, y he recibido muchos, son una alegría, pero una vez llegado a esta edad y ya retirado, hace especial ilusión que se acuerden de uno. Recibir cariño al final de la vida es algo necesario. Más en este caso que viene de gente de casa». Se refiere a personas como Roser Torras y Javier Yurrita, actualmente directora y director comercial, respectivamente, del Congreso, con quienes ha colaborado estrechamente durante «muchos años». También conoció al difunto Pau, en cuya memoria y homenaje fue creado el premio que recibirá García Santos, guardando un sentido recuerdo del mismo: «Al chaval se le notaba la pasión por la gastronomía heredada por su madre. La vivía muy de cerca y con una gran dedicación. Que el premio lleve su nombre es un motivo más de alegría». Rafael se siente ‘de la casa’ porque Gastronomika no podría haber alcanzado sus Bodas de Plata sin su aportación. Fue él quien, junto con Javier Yurrita, emprendió el camino de este evento, que arrancó bajo el nombre ‘Lo Mejor de la Gastronomía’ -homónimo al blog y la guía que «marcaron una época» y resultaron los grandes proyectos del premiado-, y que tuvo su germen y preámbulo varios años atrás en el certamen de Alta Cocina que comenzó a organizarse en el restaurante Zaldiaran de Vitoria-Gasteiz. «Decidimos dar un salto cualitativo, hacerlo grandioso y darle una perspectiva de espectáculo trayéndolo a un escenario rimbombante como el Kursaal, que permitió abrir las ponencias a una escenificación mayor Rafael García Santos. Santanderino de nacimiento, llegó recién cumplida la mayoría de edad a Donostia, ciudad que no ha abandonado a pesar de su trayectoria ‘trotamundos’.
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